viernes, 15 de octubre de 2010

Artículos

Peluquero De La Esquina

La ciudad es ella por los seres que la disfrutan o la menoscaban; por los rincones, las esquinas o los espacios abiertos que toman forma en las manos, los sueños o en las pesadillas de quienes la habitan. Está llena de detalles que la hace agradable o invivible.

Orlando Enrique Niño Ortega, un hombre de 53 años, disfruta de su ciudad Barranquilla como peluquero de oficio cuando se apropia de una de sus esquinas y de un parque por unas cuantas horas para cortar el cabello o rasurar el rostro de hombres que buscan la sombra que da el árbol de almendro y la brisa caribeña mientras anhelan verse bellos, limpios y deseables. A él le basta una pierna para llegar puntual a sus citas con sus clientes, y una muleta como reemplazo de aquella para apoyarse y cortar con agilidad los pelos que sobran.

El, a quien le apodan el plátano , es un ocupante del espacio público porque muchos de sus clientes- ya no todos como antes- así lo quieren. La gente me dice: oye Plátano vamos a la esquina para que me cortes el pelo y me rasures porque allá corre fresco. Yo los complazco. Antes lo hacía con más frecuencia, pero ya hay muchos salones de belleza que han hecho perder esa costumbre muy propia de acá de la Costa. A mi no me desagrada y no creo que afecte a alguien por ocupar la esquina o el parque, creo incluso que a la gente le gusta verme , cuenta mientras saca del maletín de cuero, descolorido por el uso y el tiempo, las herramientas de trabajo para atender a un amigo.

La esquina que hace las veces de peluquería siempre ha sido la misma durante los últimos 21 años: la carrera 50B con la calle 44, aunque Orlando también peluquea de vez en cuando en el parquecito de la calle Murillo con la carrera 54.

Orlando hace parte de la historia del barrio Abajo, llamado así desde cuando la ciudad la configuraban dos sectores: el de abajo donde vivía la gente pobre de la ciudad, y el de la zona alta, donde residía la gente pudiente. Y hace parte de la historia como el Carnaval y la Guacherna, ese desfile nocturno que se realiza ocho días antes de las fiestas en honor al rey Momo y que nació precisamente en este sector tradicional de la ciudad.

Este hombre que no se ha casado, pero que no deja de picar aquí y allá , como el mismo lo reconoce, no siempre fue peluquero.

Futbolista destacado desde los 14 años cuando jugaba en línea y con bola de trapo en la categoría juvenil en el equipo Janeiro del barrio San José, vio frustrar sus sueños de participar en la preselección Atlántico a los 16 años cuando en la mañana del 11 de febrero de 1961 un jeep no le dio tiempo para levantar su pierna izquierda y se la dejó inerte en el andén al desprendérsela del resto de su cuerpo mientras una mano de su amigo Ubaldo Monterrosa lo jalaba para salvarle la vida.

También fue trabajador durante ocho años del equipo Junior llenando las planillas de los equipos que se iban a enfrentar en el estadio municipal hasta cuando por crisis lo desvincularon. Entonces se tuvo que hacer a la idea de que el arte de peluquear, que de vez en cuando practicaba, y que había aprendido a escondidas usando las herramientas que su amigo Alberto -- El Gancho --, le daba a guardar mientras pasaba las borracheras, tendría que ser el oficio para sobrevivir.

Orlando reconoce que el no es solo victimario de la apropiación del espacio público, sino víctima . Aunque no camino mucho si me doy cuenta que la gente se apodera de andenes, calles, y esquinas sin ningún recato, olvidándose de los demás. Eso está mal porque obligan a las personas a tirarse a la calle , dice.

Pero la experiencia de Orlando también sirve para ejemplificar lo que le ocurre a la gente. Mientras él no quiso salir de su casa durante el primer año después de la tragedia que vivió, la gente ahora ya no quiere caminar por la ciudad. La diferencia es que el obstáculo de Orlando era su poca voluntad y el de la gente, es el que le impone el otro.

Ha terminado de peluquear en la esquina del barrio Abajo y Orlando decide irse a su casa, a dos cuadras de allí. La esquina deja de ser una peluquería para ser nuevamente un espacio público para todos, un bien colectivo que Orlando sabe disfrutar.


Publicación

eltiempo.com
Sección

Información general
Fecha de publicación

3 de diciembre de 1999
Autor

Duvis Fernandez G. Redactora De Tiempo Caribe
Peinados Afro , Arte Hecho Con Cuchilla

La música rap suena duro en una grabadora. Pero a Iván Leudo, un negro caleño peluquero de diseños afroamericanos desde hace 7 años, no le perturba. Su pulso es perfecto. Con una cuchilla Gillette –la que muchos creían descontinuada, objeto de museo o tesoro de cacharrerías– dibuja una figura tribal en la cabeza de un joven blanco, estudiante de ingeniería de sonido. Va despacio pero seguro. “Esta es una de las que más piden los clientes”, dice, sin dejar de mirar su obra de arte. Es dueño de una peluquería en la zona de sanandresito de la 38 y estrena local: amplio, iluminado, en un segundo piso y con un letrero que da a la calle. “El otro lugar que tenía se quedó chiquito”. Su peluquería es la única del sector que hace ese tipo de cortes. En el centro hay unas 10 regadas sobre la carrera 10a. entre la 22 y la 18, las mismas que estaban en un centro comercial de la 10a. con 17. Y hay una más en el sur, en el barrio El Restrepo, con pinturas sicodélicas y rodeada de salones para señoras. La especialidad de estos sitios son los peinados afroamericanos, cuya característica es hacer figuras como pumas, ruedas, líneas, símbolos de marcas como Nike y caras. El arte del peinado afro se ha ido perfeccionando en Colombia. La zona del Pacífico es donde más se practica y allá la competencia es dura, por eso Leudo dejó su tierra para venirse a Bogotá. “Esta moda, al menos aquí en Bogotá, le gusta más a los blancos”, dice el joven. “A veces pasa una semana sin que atienda a un negro”, sigue. Quien lleva este look hace parte de la cultura hip hop. Y de Estados Unidos llegan las revistas con los estilos de moda. Los modelos, negros en su mayoría (aunque también hay asiáticos y latinos) se perciben del mundo rapero. De la misma opinión es Yesid, a quien todos llaman ‘El gringo’, un blanco que nació en Colombia pero hasta hace dos años vivió en Miami. A su regreso se instaló en el barrio El Restrepo. En su local trabaja con dos peluqueros más “y no damos abasto”, afirma, mientras termina a un cliente y tres más esperan. En su brazo, Yesid lleva tatuado una especie de poema, escrito en inglés. Es rápido con la cuchilla. Y con buen pulso traza líneas en las cejas de su cliente. Afirma que esta moda es propia de las pandillas de los Estados Unidos. “Para distinguirse, se mandan a poner líneas en las cejas”, cuenta antes de cobrarle al joven que acaba de peluquear 2.000 pesos por las cejas y 7.000 por el corte afroamericano: pelado e en los lados y bajito en la parte de arriba. Cuando volvió de Estados Unidos, a Yesid le parecieron terribles las tarifas tan bajas que se cobran aquí por estos peinados. “En Miami pedía 15 dólares (unos 30.000 pesos) por un corte sencillo”. Acá lo hace por entre tres y 10 dólares, máximo. Las que no son muy amigas de estos cortes son las mujeres, aunque también hay estilos para ellas. En la puerta del local de ‘El gringo’, una foto con un corte: la forma de una cara. Vale 45.000 pesos. “Solo un man se lo ha mandado a hacer y me quedó muy bacano”, dice, con la Gillette en la mano. olgmar@eltiempo.com.co Sentimiento de una raza Pese a que según los peluqueros son más los blancos que se hacen estos cortes, las peluquerías del centro, de afrocolombianos, son más visitas por los negros, pues para esta raza es importante que alguien conocido los ‘motile’. Felipe, Fernando y Nadia Ledesma, hijos de chocoanos, llevan cortes afroamericanos y saben que las figuras se relacionan con la historia de su raza. En la época de la esclavitud las mujeres hacían peinados con formas de montes y caminos para mostrarles a los hombres la vía a la libertad.

Publicación

eltiempo.com
Sección

Bogotá
Fecha de publicación

21 de enero de 2007
Autor

Olga Lucía Martínez
Señoras En La Peluquería

Opiniones de alto calibre lanzaron unas señoras mientras les hacían rayitos o les pintaban las canas en la peluquería José Luis, en el norte de Bogotá. Cito una de la señora María Jaramillo: A doña Yolanda Pinto, la viuda del Gobernador de Antioquia, le faltó prudencia al hablar por los micrófonos y la televisión. Se pasó de intensa echándole vainas al presidente Uribe, que trabaja bien y quiere acertar . Sin duda, las mujeres opinan de política y del poder con más franqueza que los hombres. María Lucía, una bonita señora de Manizales, lanzó esta bomba: El tal canje no pueden llamarlo humanitario, porque ya vimos la crueldad con que tratan a los secuestrados; a un hijo mío y a un yerno me los devolvieron muertos y sufrieron mucho . Una peluquería para señoras es como un programa radial con teléfono abierto, porque hablan muchas mujeres al mismo tiempo. Una señora pereirana que pidió que le pintaran el pelo de color zanahoria, a lo Fanny Mikey, dijo esta perla: Al presidente Uribe le robaron la billetera porque los guardaespaldas estaban boquiabiertos con el lanzado escote de una mona asesora del Ministerio de Defensa . El Presidente no lo denuncia porque no hubo atraco. Pero mal por el carterista que se dedicó a sacarse el billetico. Si devuelve la cartera ha podido ganar una embajada!. Las mujeres cuando meten la cabeza al secador de pelo, a 50 grados de calor, recalientan las neuronas y dicen cosas interesantes como esta: Los politiqueros y los sindicalistas no quieren que Juan Lozano sea Alcalde de Bogotá porque saben que él les acaba la parranda millonaria que hay con los contratos . Guapo y cívico Juan Lozano al medírsele a manejar a Bogotá, que es como un búfalo sin frenos. Muy democrático el debate en la peluquería. Me sonó muy divertido cuando una señora jai dijo que Pilar Castaño manejaba dictatorialmente el salón de la moda en Bogotá. Me tocó decirle que para manejar los exagerados egos y vanidades de los diseñadores y modistos tocaba aplicar la dictadura... o se descarrilaba la fiesta. Cuando muy contento salía de la peluquería, una señora rubia dijo esta bellezura : Estoy furiosa con mi marido, porque de chiquito fue boy-scout y ahora está de insoportable criticón creyéndose experto en rescates de secuestrados y en asuntos militares . Como ven, mi rato señorero me dejó muchas lecciones de política, por eso les recomiendo ir a las peluquerías, donde opinan las señoras!. renta87@cable.net.co

Publicación

eltiempo.com
Sección

Editorial - opinión
Fecha de publicación

14 de mayo de 2003
Autor

Poncho Renteria
Peluqueros Celebran Hoy Su Día

Los peluqueros de Colombia celebran hoy su día. La fecha del 28 de agosto se estableció desde hace alrededor de 30 años, cuando se realizó un congreso nacional de peluqueros en el Hotel Tequendama de Santafé de Bogotá. Por qué se escogió esa fecha? Pocos los saben. Lo único que se conoce es que los peluqueros sentían la necesidad de celebrar su día, tal como lo tienen establecido las secretarias, los profesores, las madres, los padres, los periodistas, etcétera. Sobre el día que se designó para festejar la profesión del peluquero, Israel Rodríguez, presidente de la Fundación para la Integración y Desarrollo del Peluquero Colombiano (Fidpeco), señala al respecto: Yo fui una de las personas que estuvo presente la noche en que se decidió instituir la fecha del 28 de agosto como día nacional del peluquero. Todo se generó por el concurso Reina del peluquero que se ofreció en Bogotá. Creo que fue un acierto crear esa fecha clave para nosotros los peluqueros , expresa Rodríguez. Hoy, los peluqueros de Colombia harán una pausa en sus labores y sacarán un espacio de su arduo trabajo para celebrar su día. Muchas Felicitaciones! De Wella Y para darle realce a la peluquería, la firma Wella se constituye en pionera de la creación de Studios Técnicos para la actualización, ya que en el país ninguna empresa dedicada al mercado de la cosmética capilar ofrece una infraestructura tan avanzada para atender estas necesidades de los profesionales colombianos. Las academias de belleza que ofrecen estos curriculums no dudan en buscar sobre las últimas tendencias de la moda en este sentido , señala Lutz Goyer, gerente general de Wella.

Publicación

eltiempo.com
Sección

Suplementos especiales
Fecha de publicación

28 de agosto de 1996
Autor

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